El Sargento Gerry Boyle (Brendan Gleeson) es un excéntrico policía de provincia solitario, con un descarado sentido del humor y una personalidad bastante conflictiva, que lleva muchos años trabajando como agente en el condado de Galway en Irlanda. Conociendo el mundo que le rodea y desilusionado con la vida, acaba abandonando su propio código moral y pasa sus días en uno de los pubs de la zona. La acción de una banda internacional dedicada al tráfico de drogas hace que el agente especial del FBI Wendell Everett (Don Cheadle) sea enviado al condado de Galway para hacerse cargo del caso.