Scott Howard juega al baloncesto. No es ni el mejor jugador ni el más alto, pero no por ello desiste de su sueño: triunfar con el equipo del instituto. Un día descubre que le crece el pelo más de lo habitual y por todo el cuerpo, además le crecen las uñas más largas de lo normal. Pronto se dará cuenta de que se está convirtiendo en un hombre-lobo porque pertenece a una antigua estirpe de licántropos. Al principio, su transformación es acogida con cautela por sus compañeros y profesores pero finalmente se convierte en el chico más popular del lugar y en el mejor jugador de baloncesto, que llevará a un equipo perdedor hasta lo más alto. Además, su nuevo status le permitirá a Scott conquistar a Pamela Wells, la chica que le gusta.