Tomek y Ania finalmente deciden casarse. La boda, según los deseos de Ania, tendrá lugar en los miembros de la familia de Tomek con quienes no ha tenido contacto durante años. Resulta que sus hermanos y su madre son como una familia italiana donde cada conversación amenaza con provocar una explosión y donde una relación amorosa y una pelea están muy juntas. Además, la madre de Ania no deja una buena impresión en la madre de Tomek cuando aparece en la boda con una pareja mucho más joven. La inesperada llegada del padre de Tomek, a quien no ha visto en años, es la caída que hace que el cubo se desborde.