Coronada en 1633, a los seis años, y educada como si fuera un príncipe, la reina Cristina fue una joven dirigente enigmática y brillante que combatió a las fuerzas conservadoras para revolucionar Suecia al tiempo que experimentaba el amor y exploraba su incipiente sexualidad. Tras recibir la formación de un príncipe bajo una estricta supervisión luterana, la enigmática reina se enfrenta a una resistencia intensa en su afán por educar a sus súbditos y poner punto final a la sangrienta Guerra de los Treinta Años que enfrenta a protestantes y católicos. En medio de estos propósitos, lucha también por asimilar la pasión irresistible que siente por su dama de compañía, la hermosa condesa Ebba Sparre. Su anhelo de entender el amor discurre en paralelo a su empeño por comprender al género humano y las fuerzas violentas y limitadoras que conspiran contra ella. Dividida por el conflicto que le plantean sus aspiraciones políticas y sus deseos personales, Cristina tomará una de las decisiones más controvertidas de la historia.