Para Michael Dowd su trabajo como agente de policía no era una vocación, y la situación no era nada fácil en la Comisaría 75 del este de Nueva York, con un alto índice de criminalidad. Para sacar provecho, decidió robar dinero de las traficantes de droga e introducir a su pareja en una banda criminal en expansión. Su arresto en 1992 puso de manifiesto la corrupción generalizada en la policía neoyorquina. Compaginando testimonios reveladores de Dowd durante la investigación con dramáticas imágenes de vigilancia y entrevistas con los principales protagonistas, el documental trata de arrojar luz sobre la dramática situación del momento.